sábado, 13 de julio de 2013

Intimidas sin las manos del Rey Midas.

Ojos bien maquillados
Actitud descontrolada, una voz sensual
Entre los cables del auto parlante
Escucho todas tus mentiras
Me las creo, como un niño pequeño;
No sabría diferencia entre tu pasión o tu sarcasmo.
No se realmente a que tu llamas Amor. 
Ni siquiera puedo saber cuales tu ambición.
Complementas tus vestimenta con toques radiante de sol brillante
Radiante frescura manipuladora en la plenitud
Venenosa boca roja, con sabor tropical
Amante de luna llena, evocando la primavera
Cuando no existe tal cosa en el norte de sur américa
Paseas tus tacones tal caballo de paso,
Haciéndote sentir en el más remoto lugar
para poder intimidar a aquel que quieras atrapar.
Oh, solo tu sabrás el fin de tu agonía y aunque tus manos no
Convierta todo en oro tienes el alma podrida.