y que fue abrupto,
que fue loco e insensato
y que quizá te preocupa la forma
en la cual llegue a ti
pero hay una realidad:
escribirte aligera el peso,
escribirte aligera mis miradas inquietas,
escribirte me llena de ansiedad
y el corazón se acelera por esta enfermedad.
No tengo la culpa
pero no puedo acercarme.
No tengo la disponibilidad
para mirarte frente a mi
aunque entiendas todo mal
pero puedes leerme y acabar todo con un "no".
Hay formas de antipatía,
hay formas de hastío
pero no fui yo el que empezó y
no fuiste tú, total así paso...
Siempre te preguntaras
"¿Por qué yo?"
Pero ni yo tengo esa respuesta.
Creo creerme inmune a tu presencia.
Creo creerme inmune a lo superfluo del sentimiento.
Creo creerme inmune a lo cliché del recorrido.
Creo creerme inmune al supuesto destino.
Ya estoy balbuceando los pensamientos
y estoy volviendo a lo mismo,
a las mismas tonterías,
a la misma charlatanería,
a el mismo miedo
(creyéndote capaz de aruñar y cargar toda
tu violencia contra mi),
a las mismas disculpas,
a las mismas miradas inquietas,
a las mismas palabras necias.
Voy a saltar el momento estando seguro
que soy un recuerdo.