Es cierto lo que dicen tus abuelos
de que el tiempo lo cura todo
y no, no es una frase absurda
rebuscada en un cajón lleno de naftalina
o de ecos repetidos y guardados en las selvas de
concreto...
Caminas a forjarte una identidad,
una rutina, un lugar en el mundo y
las reglas de tu propio mundo
eso conlleva a encontrar
muchos caminantes más
algunos amores,
algunas ilusiones,
algunas aventuras,
algunos amigos (algunos cercanos, algunos
momentáneos)
todos vamos y venimos
acumulamos recuerdos,
basuras, daños, engaños, pasión,
sonrisas, desconfianza,
apatía, rudeza
y todo lo que nos hace sentir vivos...
De la nada tú ya no estás,
te disfruté cuando éramos pubertos
entre adolescentes inexpertos a todo
así éramos…conocedores de la nada
conocedores de ganas, de muchas ganas
pero volviste una vez
y no fue lo mismo
tuviste tu etapa
y no evolucionaste
yo fui leal pero buscaste algo más
¡Cambiaste!
Y es normal,
yo por mi parte prefiero quedarme
con el recuerdo de lo que para mí
fue tú mejor versión.
No compartiré más mi risa,
cultivare a los que siguen conmigo
no sintiendo culpa por olvidarte,
porque al viajar a épocas pasadas dentro de mí
eres parte de eso.
Aprendí a dejar ir
A construir para que todo perdure
sin esperar que se destruya,
sin esperar nada a cambio.
De buenos recuerdos ser parte
de recuerdos con rostros y sonrisas grandes
de aventuras y falsas palabras
o de los misterios de aprender a patadas…
De seguir entre los míos, con los mejores
es lo importante, es lo que hago
es dar sin recibir como decía mi abuela
sin recordar muy bien
cómo sucedieron nuestros encuentros,
las exageradas carcajadas
pero créeme no quiero
que nos topemos nunca más
y si alguna vez pasa
una mueca de saludo recibirás
porque yo sé que me recuerdas,
siendo la indiferencia el estilo de nuestros
pasos.