domingo, 14 de enero de 2018

De mi necesidad.

Estar solo es un disfrute
la libertad,
el descanso,
el parpadeo
y
las ganas de lo que te de gana
pero
hay cosas que pierden su mágia
después de mucho tiempo
hay sentimientos que empiezan a florecer
después de sentir el abrazo frío de tu sombra.
De mi necesidad de abrazar
veo tu pecho sobre el mío
de mi necesidad de besar
siento tus labios disfrutando de los míos
de mi necesidad de placer
desbordo mis ganas en un santiamén...
Desayunando cada día
un café con sal
para el malestar y continuar.
No veo tu rostro
sólo eres una idea,
por eso un ideal me espera
pero es algo ilusorio
comienzo sin fin
cuando la cenizas empiezan por cubrir mi rostro
no hay grito desesperado
pero sí hay un mañana que libera...
De amar la soledad
prefiero encontrar
tus desencuentros,
tus revolques
tus imperfecciones y finas fascinaciones;
aprendí de ti soledad
ahora quiero buscar algo más.

Apatía.

Terminé familiarizándome
con el termino
de la apatía
terminé haciendo el análisis
de aquello
en lo que no soy bueno...
Y
me lo creo,
me aseguro de que así sea,
me acribillo
mis propias cuchillas
en mi pequeña espalda;
no duele tanto
el conocerse demasiado
como suelen decir.
Me abrazo
pero
no me gusta
pero sé
que tengo que tenerme consideración
yo soy
mi propia cura
enfermedad.
Seguiré por
este camino de rocas azules
y caminaré fuerte, rápido y relajado
dependiendo del modo
en que me encuentre
porque
desde el 2014
hay apatía en mi.

El apego.

El apego a tus miradas cuando amanece muy oscuro
en el mes de enero,
mientras salimos silenciosos de
aquel hotel. El apego a tus caricias llenas de deseo,
el apego a esos besos
en donde nuestras lenguas
bailan tango y bailan samba...
El apego que sabemos es discreto
en donde nadie es testigo de nada
porque lo sabemos ocultar bien.
Pero también estamos de acuerdo
al momentáneo momento
a lo pasajero de esto
a que si no me llamas
no recuerdo nada
y cuando lo haces todos mis recuerdo se disparan;
no hay seriedad
no hay reglamentos en nuestros clandestinos cuerpos.
Quizá el apego sea fuerte
mientras todo nuestra placer se consuma
en fuego explote en lava
y quizás también
llore un río
también se forme un huracán
cuando nunca te encuentre más
siendo ahí donde añore todo de vuelta...
Así de maldito es mi apego.