He
escarbado
lo que
entierro del pasado
allí siguen
todas las púas que me hirieron
allí están
todas las horas perdidas
en ellas ni un
reflejo de alegría…
Intentando
quemar y hacer cenizas
Allí está mi
necesidad.
He intentado
besar
(con
frecuencia nula y austeridad)
Besar y
descubrir
besar y morder
besar y quizás
sentir,
besar y vivir
besar los
carnosos tuyos
besar aquellos
picaros
besar otras
mieles;
besar y no
recordar
besar y pecar
besar,
reventar y sangrar…
Nunca ha
pasado
mi boca es
desértica
boca seca,
boca árida,
boca
maltratada
labios
inútiles
labios
agrietados
labios
vacilantes,
labios
enfermos
¿De qué me
estoy perdiendo?
He caminado
tanto
que los años
pasan
pero no paso
por ellos.
Arriesgar un
miedo para igual perder el vuelo
Sin ganar ni
un beso de consuelo,
nunca ha
pasado.
Sigo
escarbando
cada daño
arrinconado
en el pánico
en lo
imposible
en
incomprendidos abrazos.
Dejo todo a un
lado
Y entro a mi
‘yo’
dentro a un
cuarto de tantos reflejos
cada uno un
espejo dentro de ellos
cada ‘yo’
dentro de cada
rostro con cada edad
y aunque no
tenga cien
tratando aún
de llevar
mi juventud a
flor de piel,
no hay labios
para usar
ni boca para
husmear
dentro de mi
voz
hay una risa
vibrante
y no hay nada
más
¿De qué me
estoy perdiendo?
Parpadeo
muchas veces
esperando
siempre por el destino
con tarot,
café y cigarrillos
con apatía,
amarga simpatía
no quedando
más remedio
que invertirle
olvido al recuerdo
o
recordar,
revivir y entender
cortar quemar
su raíz
y
aunque nunca
nada pase
yo sigo
estando en pie.