sábado, 24 de junio de 2023

31.

Otra vez sentado y un tanto agobiado
pero ahora sí estoy bastante ocupado,
no se parece a la última vez…
Ahora no hay tanto tiempo para llorar juntos
pero por lo menos siempre hemos estado juntos,
a veces somos dos, otras veces somos tres
y
pocas veces somos cinco;
no, no leo mal y no mal pienses si oíste lo anterior,
son los pedazos de tristeza, de nostalgia,
de miedo, de inseguridad y de ser impostor
que habitan en mí, soy yo mismo
pero no estoy fragmentado,
los conozco a todos y son fraternales
he irónicamente acogedores.
 
Ya sé manejar mi estupidez y mi torpeza,
ya sé manejar la vergüenza de los complejos,
aunque no hay orgullo de ello,
ya sé manejar el pensamiento solitario y derrotado
que conjugan las creaciones de mis pequeñas manos,
ahora guiño el ojo y miro como se mueven las nubes…
Ya sé manejar la rebeldía y las naguas de
estar habitando el mismo lugar,
ya sé manejar todas las oportunidades perdidas,
las que dicen que hay que tocar otra alma y sentir y amar…
Esa partecita me la voy a perder,
porque no ha pasado ni pasará una primera vez…
Aún me avergüenzo de mi sonrisa,
de cada perdida de cabello,
de mi nariz,
de mis escuálidos brazos,
pero, no de mis piernas;
ahí hay poder junto con mis pequeños pies,
para poder llegar a mis destinos.
 
Se que no soy capaz de moverme como quieres,
se que no soy capaz de querer como quieres que te quiera,
se que no soy capaz de dejar huella;
porque
todo el tiempo fui ignorado y tildaban mi nombre
con adjetivos de fealdad,
dentro de mi inocencia me lo creí
y hasta el día de hoy se mantiene así,
aunque siempre supe que mi personalidad
era diferente, era interesante, es divertida
y un tanto mítica con carcajadas fuertes
demostrando que soy alguien solitario,
valiente y resiliente.
 
Soy alguien amargado
y no por falta de abrazos,
y no por falta de sexo, sudor y lágrimas,
para mí el placer no está en la piel,
nunca tuve esa necesidad porque nunca
hubo con quien lidiar aquella curiosidad
que siendo pubertos todos nos quisimos estrenar…
Sí, se intentó por el desespero
y se cayó en el error,
pero no es para mí
perder el tiempo para que desprecien mi miembro,
por no entrar en los estándares que el mundo actual ha impuesto.
 
Soy alguien amargado
por la constante lucha contra mí mismo,
al saber que soy capaz de creaciones maravillosas
y de maravillar a quien tenga la oportunidad de compartir
algunas palabras, algunos diálogos
aprovechando la vida en sus tiempos inexactos
pero me aterra llenar expectativas falsas que mis ojos
desde miradas ajenas puedan crear.
 
Soy alguien amargado porque mi potencial
siempre se apaga al compararse con cada ser,
es por eso que, si compito por una compañía,
la voy a perder
la voy a ceder,
porque cualquier contrincante que pueda tener,
es y será superior a mis andares
y ahí no hay que mentir.
 
Soy alguien amargado y muy bien ubicado
y
no me corresponde el éxito común
al que todos tienen acceso,
yo voy a los detalles, a los que saquen de mí una alegría…
Porque yo rezo por un milagro,
por varios milagros,
yo rezo para mí, para comunicarle a quien me escucha,
la serenidad que necesito,
yo rezo por los míos y dejar que la angustia
no me haga bajar de golpe al suelo,
yo rezo con la vela blanca y con su llama
pido por la felicidad de aquellos en quién deposito
mis anhelos y mis buenos deseos
una bendición, el buen descanso
y el maravilloso despertar de cada mañana;
por lo menos se que no soy una persona tan mala.
 
Soy alguien amargado,
bastante necio y determinado,
me puedo empapar en una lluvia torrencial
caminando poco a poco para llegar a mí destino,
puedo pasar horas recreando palabras de confrontación
para no dejarme de quienes quieran callar mi voz,
y no creo cuando dicen
que sienten atractiva mi mirada
o
que tengo forma simpática…
Yo les muestro mi realidad,
mi escualidez y escupo la inseguridad,
esa es mi otra forma de ser,
porque no quiero más burlas
por mostrar mi vulnerabilidad,
nadie te querrá como mamá y papá.
 
Pasan y pesan 31 soles,
siguen las mismas heridas inolvidables,
siguen y no las he enterrado,
siguen t no las he suturado,
siguen sin importar,
siguen sin sentido, aunque yo las justifique y las califique
con su peso y con su actuar…
Solo pocas quedan atrás.
 
31 soles y mi voz sigue graciosa,
31 soles y por lo menos mi amargura es
la más fuerte de mis virtudes,
31 soles y cuando quiero llorar busco la forma y lloro,
31 soles y no quiero hacerte daño,
31 soles y quiero tener algún encanto,
31 soles y me sigo viendo imbécil,
31 soles y toca soñar e ilusionarme para reír
y no envidiar cada referente social,
31 soles y sé que soy bueno oyendo a otros,
31 soles y veo como se va deteriorando
y otro tanto recreando en alto mi ciudad natal,
31 soles y veo la ilusión del porvenir
a los que puedo enseñar a escribir,
aunque no crea importante mi labor,
31 soles y me cuesta mirar al receptor
y que se crucen miradas mientras dialogamos,
31 soles y no me voy a disculpar por escribir tanto,
31 soles y la ansiedad se esmera por ser fuerte cada viernes,
pero
estoy bien… Estoy muy bien,
ya que la única persona
que tiene la capacidad,
que tiene el poder,
que tiene el privilegio
y la oportunidad de hacerme daño
soy yo mismo con toda mi humanidad.
 
Combinando lados ajenos y combinando lados lejanos
este poema se extendió
para que nadie entienda el sentimiento guardado aquí
derramando inmortalidad
en cada trozo rimado
porque a los 32 soles
debo dejarle espacio para otras inquietantes amarguras
.

lunes, 19 de junio de 2023

Un poco menos idiota.

Encontré una ilusión y me aferré a ella,
soportando la idea de que las mentiras tiene patas cortas,
soportando mi impulsividad,
soportando mi ansiedad,
es buena porque aquella cosa
fue el motor de pensamientos azules
de pensamientos intensos casi cual deseo fugaz,
estrella fugaz del deseo.
 
Caí como caemos todos e irónicamente me levanté muy tarde…
Bienvenidos a mi nobleza…
Soporté que mi yo analítico
peleara para explotar la burbuja,
romper con la bola de cristal,
soporté cuando mi yo analítico me mostró la verdad.
 
No me gusta la lástima
no es la forma en la que quiero me perciban,
no me gusta ser un payaso gratuitamente contratado
en el circo de las miserias,
puedo ser vulnerable
pero
no quiero miserias…
Estoy solo conmigo;
sacudo mis rodillas después de la segunda caída.
 
Puedo ser vulnerable
y siempre
doy mi sinceridad como muestra de confianza,
lo aprendí por coincidencia…
Bienvenidos a mi nobleza…
Ya después de la ira,
comprendo y es mejor así,
sin prisas y con las mismas pausas
ya después de la ira,
comprendo un poco más…
Un poco más los movimientos tuyos,
los míos, de ella, de él, de nosotros, de ellos, de ellas;
porque el espejismo lo cree yo;
soy el que mete más la pata.
 
Me hago el toche,
el retoche
pero
vaya que soy inteligente tan toche,
¿qué quería que pasara?
 
No voy a encontrar la boca
ni esos labios hidratados,
no voy a consolar tus gemidos,
no irás, no iré
y
lo repetías
y
sí lo entendía,
tú allá y yo aquí sin dar vueltas en espiral…
Era tu forma amable de decir
que siempre estás buscando nuevas carnes,
otras lenguas y más aire,
lo normal, lo moderno, lo tangible,
lo real…
No eres de observar
porque quieres y exiges
tamaños grandes
con poder, con agresividad y con voces altisonantes.
 
Bienvenidos a mi nobleza…
No soy el de tus gustos,
no estoy al tanto de tus gustos,
no entro en ellos,

ni por asomo ni por casualidad,
ni por suerte ni por deuda,
aunque yo llegara e insistiera
eso no pasaría, eso no pasará
o
puede que sí
pero desde el reino de Morfeo.
Morfeo nos enfrenta y desde la idealización de tu sombra
y de tu altura,
entrelazamos manos
y confieso que aún eres mi musa.
 
El jueguito del coqueteo
con algunas fotografías
que sean tramposas y misteriosas
así empezó o por aburrimiento de ambos así empezó;
soy detallista ya sabes que me creo el artista
y te cansó el regurgitar de mis estados bajos.
Yo no sé si voy al purgatorio
y nunca sentiré nada
de lo que tú siempre has sentido
pero con el adiós escrito desde tu sitio
se evitan amarguras.
 
Una vez arriesgué, perdí y me traumé
y no tuve primer amor
y ya viejo y ya calvo
no seré amor de nadie
no me gusta ser el último,
pero eso a ti no te importa
pero eso a ti te da igual
y con tu magnifica y maravillosa sonrisa,
tienes permiso de burlarte un poquito más,
ya casi te vas a cansar
por eso todos mentimos.
 
Un poco menos idiota que ayer
y quizás un poco más mañana por la mañana,
se sabía que yo sería
el que más ilusión cultivaría,
no me crees y es verdad
pero
nuestra oscuridad no se tocará
y uno que otro vómito
después de estas palabras
nacerá.
 
Un poco menos idiota,
un poco menos complicado,
un poco intuitivo,
un poco real,
un poco más desgraciado,
un poco más miedoso
y
un poco más resguardado.
 
No hay señalamientos
no soy el señor que juzga por fanfarronear,
no hay halagos buenos,
no hay intensiones malas,
así nuestras edades sean las mismas
mis experiencias nunca brillaran;
no hay “hasta luego”,
no hay encantos ni mucho menos desencantos;
bajo tu brújula lujuriosa
encaje bien por unos meses
mientras descubrías que querías
y agradecí que
por primera vez
hubo validación hacia mí.
 
Un poco menos idiota
señoras y señores
porque desde chiquito aprendí a lidiar
con esta fea caradura
y con las fantasías maltrechas;
ya que
si no tuve nada en décadas pasadas
las que vienen pasaran
a la misma nada,
aunque escondido en el fondo
hay ganas capaces
pero si me ves hoy mis ánimos son incapaces,
pero si me ves hoy pensarás
que soy galán y un desubicado
que coquetea sin cesar
pero
tienes permiso de reírte de mi
porque eso no sucederá,
solo uso mis lentes oscuros
a la hora de cenar.
 
Un poco menos idiota a mediados de junio,
vaya mes que, en cada año,
me desconsuela,
vaya mes, aunque soy agradecido…
Agradezco tus formas,
las pocas palabras, y el hallazgo
de considerarte buena persona
con el alivio de un hasta pronto,
con el alivio de tu absoluta felicidad
duermo en el desahogo
de esta madrugada fría
ya que mi nombre muy fácil lo vas a olvidar.