lunes, 19 de junio de 2023

Un poco menos idiota.

Encontré una ilusión y me aferré a ella,
soportando la idea de que las mentiras tiene patas cortas,
soportando mi impulsividad,
soportando mi ansiedad,
es buena porque aquella cosa
fue el motor de pensamientos azules
de pensamientos intensos casi cual deseo fugaz,
estrella fugaz del deseo.
 
Caí como caemos todos e irónicamente me levanté muy tarde…
Bienvenidos a mi nobleza…
Soporté que mi yo analítico
peleara para explotar la burbuja,
romper con la bola de cristal,
soporté cuando mi yo analítico me mostró la verdad.
 
No me gusta la lástima
no es la forma en la que quiero me perciban,
no me gusta ser un payaso gratuitamente contratado
en el circo de las miserias,
puedo ser vulnerable
pero
no quiero miserias…
Estoy solo conmigo;
sacudo mis rodillas después de la segunda caída.
 
Puedo ser vulnerable
y siempre
doy mi sinceridad como muestra de confianza,
lo aprendí por coincidencia…
Bienvenidos a mi nobleza…
Ya después de la ira,
comprendo y es mejor así,
sin prisas y con las mismas pausas
ya después de la ira,
comprendo un poco más…
Un poco más los movimientos tuyos,
los míos, de ella, de él, de nosotros, de ellos, de ellas;
porque el espejismo lo cree yo;
soy el que mete más la pata.
 
Me hago el toche,
el retoche
pero
vaya que soy inteligente tan toche,
¿qué quería que pasara?
 
No voy a encontrar la boca
ni esos labios hidratados,
no voy a consolar tus gemidos,
no irás, no iré
y
lo repetías
y
sí lo entendía,
tú allá y yo aquí sin dar vueltas en espiral…
Era tu forma amable de decir
que siempre estás buscando nuevas carnes,
otras lenguas y más aire,
lo normal, lo moderno, lo tangible,
lo real…
No eres de observar
porque quieres y exiges
tamaños grandes
con poder, con agresividad y con voces altisonantes.
 
Bienvenidos a mi nobleza…
No soy el de tus gustos,
no estoy al tanto de tus gustos,
no entro en ellos,

ni por asomo ni por casualidad,
ni por suerte ni por deuda,
aunque yo llegara e insistiera
eso no pasaría, eso no pasará
o
puede que sí
pero desde el reino de Morfeo.
Morfeo nos enfrenta y desde la idealización de tu sombra
y de tu altura,
entrelazamos manos
y confieso que aún eres mi musa.
 
El jueguito del coqueteo
con algunas fotografías
que sean tramposas y misteriosas
así empezó o por aburrimiento de ambos así empezó;
soy detallista ya sabes que me creo el artista
y te cansó el regurgitar de mis estados bajos.
Yo no sé si voy al purgatorio
y nunca sentiré nada
de lo que tú siempre has sentido
pero con el adiós escrito desde tu sitio
se evitan amarguras.
 
Una vez arriesgué, perdí y me traumé
y no tuve primer amor
y ya viejo y ya calvo
no seré amor de nadie
no me gusta ser el último,
pero eso a ti no te importa
pero eso a ti te da igual
y con tu magnifica y maravillosa sonrisa,
tienes permiso de burlarte un poquito más,
ya casi te vas a cansar
por eso todos mentimos.
 
Un poco menos idiota que ayer
y quizás un poco más mañana por la mañana,
se sabía que yo sería
el que más ilusión cultivaría,
no me crees y es verdad
pero
nuestra oscuridad no se tocará
y uno que otro vómito
después de estas palabras
nacerá.
 
Un poco menos idiota,
un poco menos complicado,
un poco intuitivo,
un poco real,
un poco más desgraciado,
un poco más miedoso
y
un poco más resguardado.
 
No hay señalamientos
no soy el señor que juzga por fanfarronear,
no hay halagos buenos,
no hay intensiones malas,
así nuestras edades sean las mismas
mis experiencias nunca brillaran;
no hay “hasta luego”,
no hay encantos ni mucho menos desencantos;
bajo tu brújula lujuriosa
encaje bien por unos meses
mientras descubrías que querías
y agradecí que
por primera vez
hubo validación hacia mí.
 
Un poco menos idiota
señoras y señores
porque desde chiquito aprendí a lidiar
con esta fea caradura
y con las fantasías maltrechas;
ya que
si no tuve nada en décadas pasadas
las que vienen pasaran
a la misma nada,
aunque escondido en el fondo
hay ganas capaces
pero si me ves hoy mis ánimos son incapaces,
pero si me ves hoy pensarás
que soy galán y un desubicado
que coquetea sin cesar
pero
tienes permiso de reírte de mi
porque eso no sucederá,
solo uso mis lentes oscuros
a la hora de cenar.
 
Un poco menos idiota a mediados de junio,
vaya mes que, en cada año,
me desconsuela,
vaya mes, aunque soy agradecido…
Agradezco tus formas,
las pocas palabras, y el hallazgo
de considerarte buena persona
con el alivio de un hasta pronto,
con el alivio de tu absoluta felicidad
duermo en el desahogo
de esta madrugada fría
ya que mi nombre muy fácil lo vas a olvidar.