domingo, 3 de julio de 2016

Tensión.

Estamos acostumbrados 
al caos y al desasosiego,
porque cada noche te llevo
allí en sueños, 
en noches frías, 
en tardes aturdidas por la obsesión
(volviendo a repetirlo y aceptarlo
en cada ocasión),
no hay muñecos vudú
ni hay afán de consumir lo carnal,
sola se deja la pasión de admirar
e inspirar, sentado mirando
entre las personas como
escapan de la lluvia 
en esta cochina ciudad.

Sigo acostumbrándome
a una burla sin origen,
a meter la pata porque puedo...
Pero mi incoherencia llega puntual
para tu nueva actitud llegando tarde va.
Sí, la inseguridad fue dueña y reina,
fue enemiga y dictadora,
fue cruel y manipuladora;
golpeando mi estomago
logró que soltará lo que no tenía allí dentro
vomitando sentimientos,
vomitando angustias,
vomitando la poco confianza,
vomitando la alegría, la astucia y la mentira...
Bajando por mi cuerpo
largas gotas de sudor, 
fría y helada sensación;
y es que esta es la reacción
a lo cruel que para ti fue un
maldito error.

Tensión y opresión
por los lentos latidos del corazón
(como un órgano vital, no como supuesto
motor del sentimiento),
subiendo hasta la laringe
para asfixiarme
durmiéndose mis manos y no sintiendo los dedos,
cayendo de nuevo
logro oír los sonidos
de las motos y los autos,
caí en la calle,
calle vacía repleta de basura 
calle de vagabundos y sin gracia en las personas...
Escapo corriendo,
corro descalzo y cada paso dado
es más trágico para 
mis pies que van rasgados,
sangrados abiertos.

Puedo llegar a salvo 
puedo llegar a tu puerta
para decir las palabras necesarias
para decir lo último que quiera mi razón decir
no para justificar mis ausencias,
ni para justificar mis errores,
pero no verás la gracia
de mi sonrisa 
si no sueltas las injusticias...
Suelta los prejuicios 
ni santo ni espanto soy
que tampoco para ti estoy,
con tranquilidad puedas andar
y jugar a la encantada
que yo seré el lobo insolente...
Destrozados mi talones,
destrozados mis tobillos,
frete a tu casa huyo de nuevo y gritó
huyo y ya, sólo hay huellas rojas
que la lluvia sabrá borrar
porque a partir de mañana 
a mi todo se me olvidará.