Cada
inconformidad
se
paga con suspiros de lamentos,
lamentaciones,
inquietud y desgano.
No
puedes huir aunque quieras,
no
hay razones ni contemplaciones
en
un país con contradicciones
¿Tanto
sufre el que se pudo ir como los que soportamos calamidades aquí?
¿Es
igual, es peor?
No
sé,
cada
universo entre cada sonrisa gastada tiene sus respuestas justificadas
y
cada salida
y
puesta de sol
es
otra oportunidad
para
que mi alimento
suba
el valor, se estallé
y
no
logre esta noche
mi
estómago llenar…
Es
otra oportunidad
(para
los pajudos de siempre)
de
mentiras,
de
desquebrajo derrumbes,
de
nulidad en fé,
de
trágicas historias,
de
despedidas improvisadas,
de
un terror que no asusta
porque
de
noche las estrellas nos amparan
de
puras patrañas
sin
asumir que son los dueños del caos…
Pero
la vida continúa
cada
flor renace y florece
dentro
de un rostro etéreo,
los
elementos continúan evolucionando…
Respirar,
mientras tus tripas crujen
porque
si
tu vacío vibra
tu
salud se debe mantener
(con
poco pan y agua)
así
la piel no proteja tanto tus huesos
hay
que mantenerse en pie
sin
que la locura penetre
la
sabiduría que obtuviste.
Hicimos
todo lo posible,
rugimos,
usamos garras dientes,
sangre
y corazón,
¿Qué
más quieren de todos nosotros?
El
poder nos deja sin fuerzas
y
hay cada irónico
que
en sus bolsillos
aún
puede capotear la tiranía,
siempre
y cuando
esté
algunos pisoteando.
He
ahogado mi llanto
porqué
aunque quiera
saldría
de mis ojos arena;
quizás
este sentando esperando…
pensando
de nuevo analizando.
No
hay ayudas,
de
mí mismo encuentro alguna;
habiendo
muchos caminos
y
mis
piernas flojas
están
dispuestas a caminarlos todos.
Aún
mis débiles puños
están
dispuestos a luchar,
con
tranquilidad espero todo pueda cambiar
mientras
cada segundo día
mis
lágrimas (o lo que salgan de mis ojos obstinados)
decoren
mi rostro afligido y agotado.