Jugar, al cálido
respiro de un día soleado
Hay buenos tiempos
donde la infancia feliz y plena es abundante.
No hay miedo en sonreír
descubriendo alegría en ello…
Hoy todo es
diferente, hay diferentes juegos que no sé jugar
y
cuando soñé algo de
pequeño
en grande y risueño,
ahora veo aquel sueño
que nunca llegó,
o no recuerdo lo que
de pequeño soñé
y ahora está todo tan
calmado
como callejón de
pueblo…
Aclamé al destino,
imploré fascinación entre
vivencias, amores y pasión
no ha pasado nada,
¿puse suficiente de
mi parte?
¿es mi culpa?
¿fue mi culpa?
¿es karma y castigo?
Pues sigo impávido y
aburrido.
Hay nombres de
momentos desperdiciados
que estando a su
frente
dejé que pasarán las
horas,
ellas que se
recuerdan
porque nunca creí las
intenciones del deseo
(y sigo sin creerlas)
igual no sabía qué
hacer,
no sabía que decir,
no sabía que ver o
qué tocar;
no sabía y sigo sin
saber.
Aunque lo seguro era
la humillación
después de cualquier
acto…
Lo seguido era peor
que cualquier mentira,
pues la mente llena
los espacios vacíos,
llena los espacios
con lo que puede ser
pero nada es
suficiente, todo es apariencia y ansiedad
acostumbrandote a dar
desinteresadamente
porque así te
enseñaron
y
está bien.
No hay que dramatizar
la simplicidad
ni siquiera
victimizarse por absurdos
o malos intentos de
mala suerte.
Hay sabores podridos,
olor saliente en mi boca
pero no es una
pesadilla
porque mis dientes
trituran cada pedazo putrefacto,
y aun así tengo que
mantener buena actitud
y aun así debo
disimular
que tengo todo lo
normal
que en tu vida
abunda,
sigo sonriendo porque
así
se enfrenta la
tristeza. Aprendí muy poco de valentía y heroísmo.
Aunque el llanto es
debilidad,
hay que procurar
hacerlo en la oscuridad silenciosa y protectora…
No hay subestimación
solo determinación
siendo más fuerte la
apariencia que la esencia y las palabras que los demás usan
para ti, contra ti o
contigo
porque eres un animal
sensible,
piensas que no y
gritas que no
y al final del día
tuvieron razón aunque
no del todo,
aún no logro
entenderlo.
Vibrante fascinación
siento por la lluvia,
por depurar y
tranquilizar
ser fuerte y
temerosa,
ser pura y
primordial,
fascinación también
por muchos cuerpos
y sus partes, la piel
y la carne
siendo espectador y
observador,
es arte vivo, es lujo
(y lujuria),
es todo lo intocable,
lo que mis pequeñas
manos no abarcan.
No dañaré la
hermosura
con incapacidades sin
talento
siendo ustedes arte
vivo
disfrútenlo y usen
los labios,
y usen el cuerpo
y sienta el sudor
y sacien su sed,
yo sonrío.
Intento mirar las
nubes
y su perfecta belleza
diferente día tras día
habiendo valor, poder
y reivindicación en ellas.
Hay que aprender de
las abuelas que como los niños ven formas en ellas y de noche también cuentan
las estrellas.
Retrospectivas en la
memoria pesan menos con alcohol aunque nunca beba
ni con abrumante
calor
y los olvidados
desamores platónicos
aparecen de nuevo
bailando,
yo todo lo veo cuando
estoy soñando…
Hay tanta palabrería
que olvide mi hambre.
Mi estómago ruge y se
retuerce con fuerza
debo alimentarme y
enfocarme
ver el mundo y
maravillarme ahí encontrando un sentido.
Beber todo con hielo
y comer todo con pimienta y mucha azúcar,
porque aunque no
parezca
sigo inocente ingenuo
intranquilo
pero calmado. Yo
sonrío.