viernes, 13 de julio de 2018

El anonimato de la ingenua sonrisa.


Jugar, al cálido respiro de un día soleado
Hay buenos tiempos donde la infancia feliz y plena es abundante.
No hay miedo en sonreír descubriendo alegría en ello…
Hoy todo es diferente, hay diferentes juegos que no sé jugar
y
cuando soñé algo de pequeño
en grande y risueño,
ahora veo aquel sueño que nunca llegó,
o no recuerdo lo que de pequeño soñé
y ahora está todo tan calmado
como callejón de pueblo…
Aclamé al destino,
imploré fascinación entre vivencias, amores y pasión
no ha pasado nada,
¿puse suficiente de mi parte?
¿es mi culpa?
¿fue mi culpa?
¿es karma y castigo?
Pues sigo impávido y aburrido.

Hay nombres de momentos desperdiciados
que estando a su frente
dejé que pasarán las horas,
ellas que se recuerdan
porque nunca creí las intenciones del deseo
(y sigo sin creerlas)
igual no sabía qué hacer,
no sabía que decir,
no sabía que ver o qué tocar;
no sabía y sigo sin saber.
Aunque lo seguro era la humillación
después de cualquier acto…
Lo seguido era peor que cualquier mentira,
pues la mente llena los espacios vacíos,
llena los espacios con lo que puede ser
pero nada es suficiente, todo es apariencia y ansiedad
acostumbrandote a dar desinteresadamente
porque así te enseñaron
y
está bien.

No hay que dramatizar la simplicidad
ni siquiera victimizarse por absurdos
o malos intentos de mala suerte.

Hay sabores podridos, olor saliente en mi boca
pero no es una pesadilla
porque mis dientes trituran cada pedazo putrefacto,
y aun así tengo que mantener buena actitud
y aun así debo disimular
que tengo todo lo normal
que en tu vida abunda,
sigo sonriendo porque así
se enfrenta la tristeza. Aprendí muy poco de valentía y heroísmo.

Aunque el llanto es debilidad,
hay que procurar hacerlo en la oscuridad silenciosa y protectora…
No hay subestimación solo determinación
siendo más fuerte la apariencia que la esencia y las palabras que los demás usan
para ti, contra ti o contigo
porque eres un animal sensible,
piensas que no y gritas que no
y al final del día
tuvieron razón aunque no del todo,
aún no logro entenderlo.

Vibrante fascinación siento por la lluvia,
por depurar y tranquilizar
ser fuerte y temerosa,
ser pura y primordial,
fascinación también por muchos cuerpos
y sus partes, la piel y la carne
siendo espectador y observador,
es arte vivo, es lujo (y lujuria),
es todo lo intocable,
lo que mis pequeñas manos no abarcan.
No dañaré la hermosura
con incapacidades sin talento
siendo ustedes arte vivo
disfrútenlo y usen los labios,
y usen el cuerpo
y sienta el sudor
y sacien su sed,
yo sonrío.

Intento mirar las nubes
y su perfecta belleza diferente día tras día
habiendo valor, poder y reivindicación en ellas.
Hay que aprender de las abuelas que como los niños ven formas en ellas y de noche también cuentan las estrellas.

Retrospectivas en la memoria pesan menos con alcohol aunque nunca beba
ni con abrumante calor
y los olvidados desamores platónicos
aparecen de nuevo bailando,
yo todo lo veo cuando estoy soñando…
Hay tanta palabrería que olvide mi hambre.
Mi estómago ruge y se retuerce con fuerza
debo alimentarme y enfocarme
ver el mundo y maravillarme ahí encontrando un sentido.
Beber todo con hielo y comer todo con pimienta y mucha azúcar,
porque aunque no parezca
sigo inocente ingenuo intranquilo
pero calmado. Yo sonrío.

jueves, 5 de julio de 2018

Maravillas.


Todo el mundo mira a su alrededor
para hacer daño
y tú caes en ese circulo
todo el mundo consuela
en su afán de falsedad amistosa
y tú aceptas esos abrazos…
Choca esos cinco,
salta y alza los brazos
porque sabes de que están
hechas las mentiras…
Choca esos cinco de nuevo,
ahora contra mí
y en mi necedad
de ver mi caos viendo lo positivo en ti…
Choca esos cinco y dame la razón.

Sonríe sin motivo
hazlo con necesidad de sanarte
hazlo porque ahora toca.
Toca no dejarse
ni de la sombra afincada al asfalto,
toca no dejarse aturdir de los truenos
en las noches de insomnio.

Hay maravillas en tu cuerpo inexplorado,
inexperto, inerte, impávido, intranquilo…
Maravillosas las horas
de esos besos guardados, tímidos y siempre recordados,
besos que no son bien recibidos;
besos que con asco se terminan
o con morbo continúan siendo algo más.
Maravillas por ti hechas.

Di a todo sí
y llena tus venas de euforia
di a todo sí,
si lo sientes necesario
pero
di lo que quieras
y por favor no calles;
también eres fuego,
también eres trueno y tempestad, ¡Aprovéchalo!
Yo te estaré mirando siempre
en un lugar seguro y alejado,
yo estoy a tu lado,
yo estuve empujándote sin hacerte daño.

Choca esos cinco,
y ponte a bailar
sacando un lado sensual.
Besa, muerde y quema…
Choca esos cinco
y aléjate de ser un alma en pena,
¡Lógralo!

Yo estaré ahí
en cada reflejo
yo estaré ahí
en cada melodía
y aunque en cada segundo
sientas una despedida…
Recuerda que hay muchas maravillas.

Maravillas por oir,
maravillas por ver,
maravillas por sentir
y
maravillas por escribir
algunas cosas son temor
otras sin él.

Hambriento.


La consecuencia del milagro
es el nacimiento,
las consecuencias de las caídas
es la cicatriz que tarda pero sana sola…
Creer que sabes de “amor”
por lo visto en la TV,
creer que un beso es significativo
por verlo en la TV,
creer que encuentras pasión de la nada
porque lo ves en la TV
habiendo demasiada falsedad bien armada
con gusto, disfrute y disparate…
Así son mis pensamientos
en madrugadas heladas
donde la TV emite todo su poder
para “calentar” la soledad con imagen y sonido
para “escuchar” el estéreo y la tonalidad
para no dejar el espacio hueco
porque sólo para eso es importante la TV.

Sí, siempre se habla de soledad
sí, amamos su costumbre
y sí, si hay miedo
disimulado con media sonrisa.

Con envida se funden las mariposas
en el ácido que produce mi ser,
todo cruje a todas horas
y hay dolor punzante en eso.

Hambriento, como todos…
Hambriento de deseo,
de pasión, calor, sudor, sentimiento,
monogamia, poligamia
y una que otra manera de experimentar
y gritar hasta que los pulmones duelan.
Hambriento y desnutrido
pero vivo, temeroso y tembloroso.

No hay orgullo por los años vividos,
no hay historias compartidas,
no hay experiencias obtenidas,
no hay risueños;
sólo hay ilusiones,
ilusiones que distraen y salvan.
Salvan la razón careciente de pasión.

Hambriento y contento
porque el tiempo
sigue dando sorpresas,
sigue estimulando al destino y la curiosidad,
sigue intentando día a día
calmar mi sed
aunque ya no hay sed;
hay determinación
y
hay miedo, que es veneno en venas.

Sabemos cómo el destino nos define
aunque nos hagamos ciegos,
sabemos lo que nunca llegará
aunque estemos con los brazos abiertos
esperando aquello,
sabemos e intuimos
aunque creamos que no.

Hambre hay en cada día
podemos satisfacerla
pero
el vacío queda,
hambre hay en cada par de ojos rasgados
y dentro de ellos
hay gritos y llantos
de angustia y desespero;
hay y habrá hambre
y aunque nada malo te pase
estoy seguro que nada pasará.

Queda claro el infortunio,
queda claro la frustración,
queda claro el quiebre,
queda claro lo desolado,
queda claro que eres arte, colirio y belleza;
queda claro que sigo hambriento
pero a ti nada malo te pasará…
Desafiando cualquier penuria
se escapada una lagrima
en mí y sin ti.