Todo el mundo mira a su alrededor
para hacer daño
y tú caes en ese circulo
todo el mundo consuela
en su afán de falsedad amistosa
y tú aceptas esos abrazos…
Choca esos cinco,
salta y alza los brazos
porque sabes de que están
hechas las mentiras…
Choca esos cinco de nuevo,
ahora contra mí
y en mi necedad
de ver mi caos viendo lo positivo en ti…
Choca esos cinco y dame la razón.
Sonríe sin motivo
hazlo con necesidad de sanarte
hazlo porque ahora toca.
Toca no dejarse
ni de la sombra afincada al asfalto,
toca no dejarse aturdir de los truenos
en las noches de insomnio.
Hay maravillas en tu cuerpo inexplorado,
inexperto, inerte, impávido, intranquilo…
Maravillosas las horas
de esos besos guardados, tímidos y siempre
recordados,
besos que no son bien recibidos;
besos que con asco se terminan
o con morbo continúan siendo algo más.
Maravillas por ti hechas.
Di a todo sí
y llena tus venas de euforia
di a todo sí,
si lo sientes necesario
pero
di lo que quieras
y por favor no calles;
también eres fuego,
también eres trueno y tempestad, ¡Aprovéchalo!
Yo te estaré mirando siempre
en un lugar seguro y alejado,
yo estoy a tu lado,
yo estuve empujándote sin hacerte daño.
Choca esos cinco,
y ponte a bailar
sacando un lado sensual.
Besa, muerde y quema…
Choca esos cinco
y aléjate de ser un alma en pena,
¡Lógralo!
Yo estaré ahí
en cada reflejo
yo estaré ahí
en cada melodía
y aunque en cada segundo
sientas una despedida…
Recuerda que hay muchas maravillas.
Maravillas por oir,
maravillas por ver,
maravillas por sentir
y
maravillas por escribir
algunas cosas son temor
otras sin él.