Ahora, justo ahora
no soporto el frío
no soporto la lluvia
estoy harto de ella
y es que justo hoy ya no hay
nada que retenga la tranquila
que con ella sentía y el olor a tierra mojada.
Puedo decir
dentro de mi aburrimiento,
dentro de la nada
y
dentro de la torpeza
que el miedo se apoderó hace años
y vive en mí,
puedo pensar
en que habrá un momento en que no lo sienta más
pero me da refugio ocasionalmente
puedo sentir, como es lo ordinario,
es toda esa soledad
hinchando de oxigeno mis venas
para no caer de golpe contra el suelo, contra el muro…
pudo decir y asegurar
que ya no hay fatalidad,
ya no hay llanto indebido con vergüenza en noches de grillos cantores.
Te puedo hablar del miedo
si quieres escuchar,
entiendo y te fastidia mi exagerar
y siempre me repites que hay otros que están mal
pero entiendo
y sin asombro veo que se acaban las empatías.
También comprendo
que desde la lejanía no deseas mis caricias…
yo puedo reír hasta quedar sin aliento
cuando esperas algo más de mí,
yo no espero nada de mí.
Tengo presento los años que vivo…
Ellos pesados,
avergonzados y decepcionados…
Los años vividos
igual a los años por venir,
ellos, esos… Los años
seguirán avergonzados…
Los números avanzan rápido.
Echando en cama
sin sorpresa no puedo dormir,
siempre recurro a ese rincón
a ese momento cuando lo logro conciliar
y siempre hablo de ello como si fuera un logro excepcional…
Los días soleados ahora son mejores,
La fatiga y la ciudad
con sus grises y matices
irónicamente me remiten
grandezas y pocas tristezas…
Te escucho y no te oigo, te oigo y no te escucho
pero por más que pase el tiempo
me obligo a creer que todo vale la pena
aunque mi rostro sin gracias
lo demuestre de otra manera.
jueves, 30 de abril de 2020
Palabras desgastadas.
Los ojos que abiertamente deambulan
por cada grieta
por cada hueco
por cada gotera
que hay bajo mi techo…
Sí, esos ojos son mis ojos
los atentos,
los que se pierden muy en la nada con querer ver todo,
todo y nada es lo mismo desde hace tiempo
donde la infelicidad
estrecha su mano con el aburrimiento. Mi mundo.
¿Y a dónde fue aquél conversador?
Preguntan y escucho las ráfagas del viento…
Soy yo mismo desde mis adentros,
desde mis deseo de encontrar respuesta,
donde habito ahogado, impávido…
Soy puras palabras desgastadas.
¿De qué extraña fascinación
por poder, calor y euforia me estoy perdiendo?
¡No!
Yo perdí incluso cuando no sabía que tenía chance de ganar.
Yo perdí aunque se escatime en esperanzas;
yo perdí porque el victimario… que se propone en estas palabras
tiene la certeza,
tengo la certeza de que no hay cosas peores
en personas, cosas muy peores.
Yo pierdo y abandoné mis propios abrazos,
estos brazos ya fueron desperdiciados...
Hay agotamiento, ya no se puede volver a intentar…
Pero inclusive al breve tacto
a la breve atención
suben las grandezas
y creo ser el oro
y también sé que si cruzo algo que creo a mi favor
todo se oxida,
no era el oro, era el óxido. La ilusión ingenua.
No me caigo, yo me levanto
todo pasa delante de mí
lo que quiero que pase y lo que no
pero siempre con un cambio
derrumbando, eso sí, mis expectativas febriles.
Hay un alto, un salto, estancamiento…
Te pierdes, te aburres,
se sufre y se respira
¿Dónde estás y por qué tardas tanto?
Si es que estás
Si es que existes…
Quisiera contemplar tus sonidos y tus caderas,
los movimientos,
los aromas,
el color y el sudor
¿Vuelvo a dormir para buscarte?,
¿Quién serás?
O y a partiste de este plano muy temprano
y eres un ángel guardián…
Supongo así es.
por cada grieta
por cada hueco
por cada gotera
que hay bajo mi techo…
Sí, esos ojos son mis ojos
los atentos,
los que se pierden muy en la nada con querer ver todo,
todo y nada es lo mismo desde hace tiempo
donde la infelicidad
estrecha su mano con el aburrimiento. Mi mundo.
¿Y a dónde fue aquél conversador?
Preguntan y escucho las ráfagas del viento…
Soy yo mismo desde mis adentros,
desde mis deseo de encontrar respuesta,
donde habito ahogado, impávido…
Soy puras palabras desgastadas.
¿De qué extraña fascinación
por poder, calor y euforia me estoy perdiendo?
¡No!
Yo perdí incluso cuando no sabía que tenía chance de ganar.
Yo perdí aunque se escatime en esperanzas;
yo perdí porque el victimario… que se propone en estas palabras
tiene la certeza,
tengo la certeza de que no hay cosas peores
en personas, cosas muy peores.
Yo pierdo y abandoné mis propios abrazos,
estos brazos ya fueron desperdiciados...
Hay agotamiento, ya no se puede volver a intentar…
Pero inclusive al breve tacto
a la breve atención
suben las grandezas
y creo ser el oro
y también sé que si cruzo algo que creo a mi favor
todo se oxida,
no era el oro, era el óxido. La ilusión ingenua.
No me caigo, yo me levanto
todo pasa delante de mí
lo que quiero que pase y lo que no
pero siempre con un cambio
derrumbando, eso sí, mis expectativas febriles.
Hay un alto, un salto, estancamiento…
Te pierdes, te aburres,
se sufre y se respira
¿Dónde estás y por qué tardas tanto?
Si es que estás
Si es que existes…
Quisiera contemplar tus sonidos y tus caderas,
los movimientos,
los aromas,
el color y el sudor
¿Vuelvo a dormir para buscarte?,
¿Quién serás?
O y a partiste de este plano muy temprano
y eres un ángel guardián…
Supongo así es.
Derrotado y deteriorado.
¿Hola, cómo estás?
Cada palabra deriva en sentimientos
para entender el deseo que ruge
en mis entrañas…
Cada oración justifica en arrepentimientos
para recordar el fallido intento por buscar sentir
lo que en tus semejantes muy normal es
y
cada párrafo son simplemente acciones fallidas…
Donde sin sorpresa hay llanto
y
en silencio caen lágrimas.
Hola de nuevo.
No te importa nada de lo que escriba
pero tú eres yo
y así entenderemos…
Justificar una burla infantil
de un beso fallido,
no te ayudó en nada,
no te hizo fuerte,
no eres valiente
y
añoras lugares, olores y sabores
con cuatro (4) soles de tu vida
entendías la felicidad…
¡Mírate!
Eso no volverá.
Sentiste cada palabra hiriente
y las creíste,
sentir humillaciones, sentir que te aborrecen
en tu espalda ya no hay espacio para tanto puñal,
hay que reírse a la mitad de cada mal.
Aún no sabes sentir las sensaciones
de un beso al ser robado
ni siquiera uno consensuado,
aún no sientes el calor piel a piel…
Pero has visto como se debe hacer.
Intentas disfrutar
pero
el miedo limitante de tu virilidad
atasca el deseo salvaje, siendo así,
es normal que aceptes las burlas… No te pueden condenar
y
supones que es el destino,
supones y en su fin todo haya su sentido.
¿Ya te cansaste de buscar e intentar más y más?
Pudiste pero nos fallaste,
nos fallaste y por dentro te desesperas
y oculto envidas
y oculto lloras
y estúpidamente nos haces creer…
pero
soy yo el que da la cara a tus decepciones.
De cara al vacío hay más olores… Tienes que descubrir por qué
Le temes al caminante y no a la noche
algo bueno hay ahí,
algo bueno en tu risa… se contagia,
algo en tus ojos tristes… tranquiliza,
algo en tu voz… divierte,
algo en tus abrazos… consuela,
pero
el nudo estomacal
tiembla inseguro, ingenuo y acorralado
como vaca al matadero
¿Vas a huir?
Derrotado y deteriorado
como soldado de juguete
abandonado al polvo y mordido por los perros…
Derrotado y deteriorado
encontrando justificación a cada desaliento,
a cada oportunidad perdida
por no mirar a las personas a la cara,
sigue respirando…
Te deterioras aunque yo también creo que todo se perdió
ya no hay edad para la aventura
tu espalda envejeció
y aun así tus piernas sigue soportando
el veneno de tus culebras…
Asientes con la cabeza la insatisfacción
y continuas caminante bajo un sol que late.
Ya se te hizo tarde
y no te juzgo
porque se de ti
y no te aparto de mi
y de los espejos al mirar sacas la verdad…
Por lo menos sé que no dejarás que te roben
las pocas y pequeñas satisfacciones,
esos pequeños logros que cuidas con celos
porque aquí estamos
tu y yo, y tus otras voces…
Me río,
no hay voces… Es mi forma imbécil para escribirme.
¿Todo bien ahora? - Todo igual, gracias.
Cada palabra deriva en sentimientos
para entender el deseo que ruge
en mis entrañas…
Cada oración justifica en arrepentimientos
para recordar el fallido intento por buscar sentir
lo que en tus semejantes muy normal es
y
cada párrafo son simplemente acciones fallidas…
Donde sin sorpresa hay llanto
y
en silencio caen lágrimas.
Hola de nuevo.
No te importa nada de lo que escriba
pero tú eres yo
y así entenderemos…
Justificar una burla infantil
de un beso fallido,
no te ayudó en nada,
no te hizo fuerte,
no eres valiente
y
añoras lugares, olores y sabores
con cuatro (4) soles de tu vida
entendías la felicidad…
¡Mírate!
Eso no volverá.
Sentiste cada palabra hiriente
y las creíste,
sentir humillaciones, sentir que te aborrecen
en tu espalda ya no hay espacio para tanto puñal,
hay que reírse a la mitad de cada mal.
Aún no sabes sentir las sensaciones
de un beso al ser robado
ni siquiera uno consensuado,
aún no sientes el calor piel a piel…
Pero has visto como se debe hacer.
Intentas disfrutar
pero
el miedo limitante de tu virilidad
atasca el deseo salvaje, siendo así,
es normal que aceptes las burlas… No te pueden condenar
y
supones que es el destino,
supones y en su fin todo haya su sentido.
¿Ya te cansaste de buscar e intentar más y más?
Pudiste pero nos fallaste,
nos fallaste y por dentro te desesperas
y oculto envidas
y oculto lloras
y estúpidamente nos haces creer…
pero
soy yo el que da la cara a tus decepciones.
De cara al vacío hay más olores… Tienes que descubrir por qué
Le temes al caminante y no a la noche
algo bueno hay ahí,
algo bueno en tu risa… se contagia,
algo en tus ojos tristes… tranquiliza,
algo en tu voz… divierte,
algo en tus abrazos… consuela,
pero
el nudo estomacal
tiembla inseguro, ingenuo y acorralado
como vaca al matadero
¿Vas a huir?
Derrotado y deteriorado
como soldado de juguete
abandonado al polvo y mordido por los perros…
Derrotado y deteriorado
encontrando justificación a cada desaliento,
a cada oportunidad perdida
por no mirar a las personas a la cara,
sigue respirando…
Te deterioras aunque yo también creo que todo se perdió
ya no hay edad para la aventura
tu espalda envejeció
y aun así tus piernas sigue soportando
el veneno de tus culebras…
Asientes con la cabeza la insatisfacción
y continuas caminante bajo un sol que late.
Ya se te hizo tarde
y no te juzgo
porque se de ti
y no te aparto de mi
y de los espejos al mirar sacas la verdad…
Por lo menos sé que no dejarás que te roben
las pocas y pequeñas satisfacciones,
esos pequeños logros que cuidas con celos
porque aquí estamos
tu y yo, y tus otras voces…
Me río,
no hay voces… Es mi forma imbécil para escribirme.
¿Todo bien ahora? - Todo igual, gracias.
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