Tarareo tu nombre completo,
tarareo tu edad,
tarareo tus defectos,
tarareo tus disgustos,
tarareo tus peores frases,
y tus peores chistes...
(idealizando mis gustos,
mis ganas y mis secretos).
Creo que me acostumbre
a disfrutar cada sonrisa desde la distancia
y no tengo la suerte
de verla siempre cerca
y no tengo la suerte
de mirar tus frágiles dedos
(aunque nunca serán frágiles).
Aquel sueño azul
en donde de espaldas
y
en silencio
disfrutábamos de nuestra respiración
del fuego que produce estar vivo,
vivo y entrelazado contigo,
(pero era un sueño)
desperté en agridulce sensación.
Muriendo y renaciendo
cada dos minutos,
febril y etéreo
sentimiento de sentirme bien cuando tú estás bien,
y trato de levantar mi mentón
tratando de tragar todo el aire posible,
tratando de no vomitar en suelo,
tratando de no tener razones
para superarte,
porque quiero mantener
las ilusiones...
Porque no creo en el poder de mi mente,
porque prefiero que mi mente mantenga el juego
de hacerme entre mañosas mentes.
Ratas se esconden
dentro de mis pantalones,
(subieron desde la basura que pisé,
cuando no sabía que hacer con tanto que sentí,
cuando te vi por primera vez)
éstas son las razones que me das
para que deje todo;
ratas mordiendo y enfermando
todos mis pensamientos
(ahora me atacan)
muerden mis piernas
y la sangre está espesa
muy espesa... Es la sorpresiva necesidad
de dejarte ir.
Sin poder caminar
salgo corriendo
hacia atrás, hacia adelante...
Curo mis heridas
y
estando consciente de todo,
aplaudo tus actos
mereces sonreír,
merezco que cualquier Dios
entienda lo agridulce del sentir,
entienda el miedo del sentir,
y
a lo mejor yo me quede observándote
una vez al mes
pero estoy determinando
a continuar
en contradicciones pero debo
continuar.
jueves, 6 de octubre de 2016
viernes, 8 de julio de 2016
Ahogados.
La forma más sutil de matar pasiones
es tocándonos fuertemente
individualmente...
Perdiendo el tiempo y sedientos,
hambrientos, desorientados, sudados,
infantiles, febriles, alucinando y padeciendo.
Yo he perdido todas esas formas o nunca las tuve,
tengo suerte y es contradictoria,
tengo motivaciones que no son suficientes,
tengo deseos que parecen granos de arenas
(soplados lejos por una brisa),
tengo actitud y aptitudes que también escasean,
tengo fuerzas que se van desmoronando.
Estoy consciente de mí
y estoy pensando en ti,
parezco inerte y juego a la sensatez
de vez en cuando,
de noche prefiero empezar el juego,
de compartir quejas,
de escuchar desahogos
pero siempre ahogados
imposibilitados,
yo más que tú...
Ahogados sin saber nadar
en incertidumbres,
ahogados y descontentos,
desarmados y sin aliento
arrinconados con el rostro mirando a la nada
con las espinas del fracaso
atravesando el pecho,
con las raíces de la esperanza
anclando mis pies al suelo,
y con los rayos del sol
calentando un cuerpo frío.
No hay lamentos
entre realidades,
ni tú entiendes la mía
ni yo entiendo la tuya,
porque un demonio tuyo
es una gracia mía
pero mis demonios
no causan gracia alguna
(cliché).
Y en sueños
quieres al igual que yo,
ser niños otra vez,
deseando ser niños
por siempre
sonriendo y llorando
por unos cuantos caramelos
que no podemos comer
o por unas caries nuevas.
Encuentro amargura, rabia
porque siempre al llegar
muy cerca de la meta
caemos y nos derrumbamos
pero tú te aferras, yo sólo
le encontré placer al caer
(o eso me quiero hacer creer).
No hay que dramatizar
salgamos ya a respirar,
la única garantía de inflar
pulmones... Aunque
siga ahogado
yo puedo golpear tu espalda,
golpearé tan fuerte
para que grites,
grites y respires,
respires y vivas;
vive y sonríe
(incluso cuando
la falsedad se halla en ella)
pero sonríe no hay pena en ello,
yo puedo mantener
mi mente en blanco
imaginando soluciones
con mi manos empuñadas.
es tocándonos fuertemente
individualmente...
Perdiendo el tiempo y sedientos,
hambrientos, desorientados, sudados,
infantiles, febriles, alucinando y padeciendo.
Yo he perdido todas esas formas o nunca las tuve,
tengo suerte y es contradictoria,
tengo motivaciones que no son suficientes,
tengo deseos que parecen granos de arenas
(soplados lejos por una brisa),
tengo actitud y aptitudes que también escasean,
tengo fuerzas que se van desmoronando.
Estoy consciente de mí
y estoy pensando en ti,
parezco inerte y juego a la sensatez
de vez en cuando,
de noche prefiero empezar el juego,
de compartir quejas,
de escuchar desahogos
pero siempre ahogados
imposibilitados,
yo más que tú...
Ahogados sin saber nadar
en incertidumbres,
ahogados y descontentos,
desarmados y sin aliento
arrinconados con el rostro mirando a la nada
con las espinas del fracaso
atravesando el pecho,
con las raíces de la esperanza
anclando mis pies al suelo,
y con los rayos del sol
calentando un cuerpo frío.
No hay lamentos
entre realidades,
ni tú entiendes la mía
ni yo entiendo la tuya,
porque un demonio tuyo
es una gracia mía
pero mis demonios
no causan gracia alguna
(cliché).
Y en sueños
quieres al igual que yo,
ser niños otra vez,
deseando ser niños
por siempre
sonriendo y llorando
por unos cuantos caramelos
que no podemos comer
o por unas caries nuevas.
Encuentro amargura, rabia
porque siempre al llegar
muy cerca de la meta
caemos y nos derrumbamos
pero tú te aferras, yo sólo
le encontré placer al caer
(o eso me quiero hacer creer).
No hay que dramatizar
salgamos ya a respirar,
la única garantía de inflar
pulmones... Aunque
siga ahogado
yo puedo golpear tu espalda,
golpearé tan fuerte
para que grites,
grites y respires,
respires y vivas;
vive y sonríe
(incluso cuando
la falsedad se halla en ella)
pero sonríe no hay pena en ello,
yo puedo mantener
mi mente en blanco
imaginando soluciones
con mi manos empuñadas.
domingo, 3 de julio de 2016
Tensión.
Estamos acostumbrados
al caos y al desasosiego,
porque cada noche te llevo
allí en sueños,
en noches frías,
en tardes aturdidas por la obsesión
(volviendo a repetirlo y aceptarlo
en cada ocasión),
no hay muñecos vudú
ni hay afán de consumir lo carnal,
sola se deja la pasión de admirar
e inspirar, sentado mirando
entre las personas como
escapan de la lluvia
en esta cochina ciudad.
Sigo acostumbrándome
a una burla sin origen,
a meter la pata porque puedo...
Pero mi incoherencia llega puntual
para tu nueva actitud llegando tarde va.
Sí, la inseguridad fue dueña y reina,
fue enemiga y dictadora,
fue cruel y manipuladora;
golpeando mi estomago
logró que soltará lo que no tenía allí dentro
vomitando sentimientos,
vomitando angustias,
vomitando la poco confianza,
vomitando la alegría, la astucia y la mentira...
Bajando por mi cuerpo
largas gotas de sudor,
fría y helada sensación;
y es que esta es la reacción
a lo cruel que para ti fue un
maldito error.
Tensión y opresión
por los lentos latidos del corazón
(como un órgano vital, no como supuesto
motor del sentimiento),
subiendo hasta la laringe
para asfixiarme
durmiéndose mis manos y no sintiendo los dedos,
cayendo de nuevo
logro oír los sonidos
de las motos y los autos,
caí en la calle,
calle vacía repleta de basura
calle de vagabundos y sin gracia en las personas...
Escapo corriendo,
corro descalzo y cada paso dado
es más trágico para
mis pies que van rasgados,
sangrados abiertos.
Puedo llegar a salvo
puedo llegar a tu puerta
para decir las palabras necesarias
para decir lo último que quiera mi razón decir
no para justificar mis ausencias,
ni para justificar mis errores,
pero no verás la gracia
de mi sonrisa
si no sueltas las injusticias...
Suelta los prejuicios
ni santo ni espanto soy
que tampoco para ti estoy,
con tranquilidad puedas andar
y jugar a la encantada
que yo seré el lobo insolente...
Destrozados mi talones,
destrozados mis tobillos,
frete a tu casa huyo de nuevo y gritó
huyo y ya, sólo hay huellas rojas
que la lluvia sabrá borrar
porque a partir de mañana
a mi todo se me olvidará.
al caos y al desasosiego,
porque cada noche te llevo
allí en sueños,
en noches frías,
en tardes aturdidas por la obsesión
(volviendo a repetirlo y aceptarlo
en cada ocasión),
no hay muñecos vudú
ni hay afán de consumir lo carnal,
sola se deja la pasión de admirar
e inspirar, sentado mirando
entre las personas como
escapan de la lluvia
en esta cochina ciudad.
Sigo acostumbrándome
a una burla sin origen,
a meter la pata porque puedo...
Pero mi incoherencia llega puntual
para tu nueva actitud llegando tarde va.
Sí, la inseguridad fue dueña y reina,
fue enemiga y dictadora,
fue cruel y manipuladora;
golpeando mi estomago
logró que soltará lo que no tenía allí dentro
vomitando sentimientos,
vomitando angustias,
vomitando la poco confianza,
vomitando la alegría, la astucia y la mentira...
Bajando por mi cuerpo
largas gotas de sudor,
fría y helada sensación;
y es que esta es la reacción
a lo cruel que para ti fue un
maldito error.
Tensión y opresión
por los lentos latidos del corazón
(como un órgano vital, no como supuesto
motor del sentimiento),
subiendo hasta la laringe
para asfixiarme
durmiéndose mis manos y no sintiendo los dedos,
cayendo de nuevo
logro oír los sonidos
de las motos y los autos,
caí en la calle,
calle vacía repleta de basura
calle de vagabundos y sin gracia en las personas...
Escapo corriendo,
corro descalzo y cada paso dado
es más trágico para
mis pies que van rasgados,
sangrados abiertos.
Puedo llegar a salvo
puedo llegar a tu puerta
para decir las palabras necesarias
para decir lo último que quiera mi razón decir
no para justificar mis ausencias,
ni para justificar mis errores,
pero no verás la gracia
de mi sonrisa
si no sueltas las injusticias...
Suelta los prejuicios
ni santo ni espanto soy
que tampoco para ti estoy,
con tranquilidad puedas andar
y jugar a la encantada
que yo seré el lobo insolente...
Destrozados mi talones,
destrozados mis tobillos,
frete a tu casa huyo de nuevo y gritó
huyo y ya, sólo hay huellas rojas
que la lluvia sabrá borrar
porque a partir de mañana
a mi todo se me olvidará.
viernes, 10 de junio de 2016
Hambriento.
Llevo contando los días,
contándolos en número par
y quizás una que otra vez se me escape una mirada profunda
no es mi culpa, sólo me dejo llevar
y es que quizás no me seas indiferente
y odio eso porque yo para ti soy indiferente...
Pero no estorbaré nada que me impida disfrutarte,
igual yo siento que los segundos pasán lentos
o yo mismo hago que pasen.
Aún no he dibujado tu figura desnuda
y no es por falta de ganas,
porque si es por eso,
ganan las ganas en las madrugadas
con mi mano derecha agotada.
De las novelas que aún ve mi madre
saco todas las conclusiones dañinas
y hago daño porque alimento
(como fuego en la hoguera),
un sentimiento que ni yo
creo que siento.
Ruge el estómago cual león,
como un estruendo,
como un gran cataclísmo
y es que siento que dentro de mí
habita un canibal hambriento
muy hambriento
y tengo miedo,
siendo el cazador de tus pasos
me detengo, pienso y repito al viento:
¡NO!
Y se me destragan las tripas,
solas ellas se alimentan
borrado cualquier pensamiento...
Soy un exagerado ilusionado
porque ahora vomitando en el lavabo
hablo con mi yo del espejo
(no tengo en quién más confiar)
recibiendo los consejos, escuchando mis gritos,
los gritos de los errores
y decretando un: ¡Olvídate de esto ya!
Exhalando desilusión.
En mi boca hedionda,
meto cinco hojas de menta
aliviando todo
lo que en ella
sale, salió, saldrá
pero no por mucho vuelvo
a dar bocados jugosos,
algún pedazo de carne cudra llega a mi pero no calma mi hambre;
y aunque la casualidad entre ambos
se haga recurrente
y cuando la utopía en la que vives en mi mente
de un fuerte golpe
y aunque de esto siempre hable
y cuando mis dientes rechinen
entre músicos lúgubres
por mi enfermo estomago...
Pierdo la cuenta y ahora cuento en números impares;
perdiendo toda dignidad
siempre que necesite de tu recuerdo
al momento de dormir,
disfruto de cada parte nublada del sueño
sin importar que al amanecer
continúe hambriento de ti.
contándolos en número par
y quizás una que otra vez se me escape una mirada profunda
no es mi culpa, sólo me dejo llevar
y es que quizás no me seas indiferente
y odio eso porque yo para ti soy indiferente...
Pero no estorbaré nada que me impida disfrutarte,
igual yo siento que los segundos pasán lentos
o yo mismo hago que pasen.
Aún no he dibujado tu figura desnuda
y no es por falta de ganas,
porque si es por eso,
ganan las ganas en las madrugadas
con mi mano derecha agotada.
De las novelas que aún ve mi madre
saco todas las conclusiones dañinas
y hago daño porque alimento
(como fuego en la hoguera),
un sentimiento que ni yo
creo que siento.
Ruge el estómago cual león,
como un estruendo,
como un gran cataclísmo
y es que siento que dentro de mí
habita un canibal hambriento
muy hambriento
y tengo miedo,
siendo el cazador de tus pasos
me detengo, pienso y repito al viento:
¡NO!
Y se me destragan las tripas,
solas ellas se alimentan
borrado cualquier pensamiento...
Soy un exagerado ilusionado
porque ahora vomitando en el lavabo
hablo con mi yo del espejo
(no tengo en quién más confiar)
recibiendo los consejos, escuchando mis gritos,
los gritos de los errores
y decretando un: ¡Olvídate de esto ya!
Exhalando desilusión.
En mi boca hedionda,
meto cinco hojas de menta
aliviando todo
lo que en ella
sale, salió, saldrá
pero no por mucho vuelvo
a dar bocados jugosos,
algún pedazo de carne cudra llega a mi pero no calma mi hambre;
y aunque la casualidad entre ambos
se haga recurrente
y cuando la utopía en la que vives en mi mente
de un fuerte golpe
y aunque de esto siempre hable
y cuando mis dientes rechinen
entre músicos lúgubres
por mi enfermo estomago...
Pierdo la cuenta y ahora cuento en números impares;
perdiendo toda dignidad
siempre que necesite de tu recuerdo
al momento de dormir,
disfruto de cada parte nublada del sueño
sin importar que al amanecer
continúe hambriento de ti.
jueves, 26 de mayo de 2016
Desesperado.
Aunque
mi vista siempre falle de lejos, nunca logro perderte de ella
es
un estímulo constate, es un estímulo que no falla.
Estimulas
cada poro de mi piel y mis pupilas se dilatan el doble,
pienso
que si tal vez habláramos, no entendería ni una palabra
te
agarraría muy fuerte, tan fuerte
que
mis manos serán
las raíces incrustadas de tu cuello
para
estar frente a frente y saborearte,
para
morderte muy fuerte esos labios,
disfrutarlos poco a poco
y
morderlos hasta sangrar
o bueno quizás no llegaré tan lejos
pero
también sé que nunca llegaré a eso.
Desesperado
en la soledad pero no solo,
desesperado por elección propia
y
porque el momento para tenerte no es el indicado…
No
estoy siendo tan perdedor al afirmar todo esto
es
la crueldad de la realidad influenciada por ti.
Desesperado
en mis mañanas sin poder verte
y si
solo de reojo te veo sonreír,
mi día está hecho…
Puede
ser que mi locura temprana
por
esta fascinación casi obsesión por ti
esté
en un clímax que ni yo mismo logro entender,
sé
que todas estas palabras
se perderán de tu vista al
no saber leer.
Milímetro
a milímetro
tu cuerpo será mi mapamundi,
quisiera
descubrir los secretos de tus cicatrices,
descubrir
las historias que forjaron tus tatuajes,
unir
tus lunares
y besar cada parte de tu piel
que el sol no haya quemado
siempre
susurrándote al oído algo
y así subir el celo.
domingo, 20 de marzo de 2016
Retahíla.
Escribamos los malos ratos
en rincones poblados de cucarachas
yaciendo ahí esperando haber qué pasa,
esperando un mirada de ira profunda
desde la incomprensión de mis palabras
hasta tus pensamientos cuasi frívolos,
esperando a la bruja que pretendes habitar en ti
se transforme en un espíritu animal adecuado
y no, no será una rata.
Los zamuros desean tu carne,
la única parte que todavía conservas pura
y te rodean para ver cuando caes ante ellos,
y te rodean para hacerte creer las falacias del "amor",
y te rodean porque después de saciar su hambre
te dejaran a un lado a que te pudras seca,
muy seca como perro en cal al lado de la carretera.
No creo que entiendas nada de esto,
no te gustan las metáforas
y siento mucho que mis palabras sean confusas
pero mi mente no tiene el control
y siento mucho que no te guste leer en castellano,
siento mucho no llenar todas tus perspectivas,
nunca hubo la oportunidad.
nunca hubo la oportunidad.
No creo que me entiendas nada de esto,
ya que solo te basas en mis estupideces
pretendiendo que mis acciones cuasi nulas
te hablen muy bajito mirando como mis labios rotos y resecos
desean regodearse con los tuyos que también
están mal hechos.
Pero queda un respiro
así todo el mundo lo sepa,
pero antes volvamos a ser niños y hagamos un fuerte
con todas nuestras incoherencias
pero no será en el bosque
porque en la oscuridad profunda nos pueden matar...
Hagamos una cadena de oración
para que los dos encontremos caminos diferentes
porque si te vuelvo a ver, todo vuelve a pasar
reflejándose nuevamente mi lado imbécil.
Intimidante jazmín,
trata de mirar bien tu rostro en el espejo
puedes estar azul, puedes ahogarte en este preciso momento.
Estás ahogándote en el egocentrismo,
estás ahogándote en la vanidad,
estás ahogándote en la vanidad,
estás ahogándote en el mal genio,
estás ahogándote en el hambre y la sed
del trágico modo, porque fui yo y no otro ser.
Ahora soy tu burla,
ahora te mofas sin razón alguna
(o eso quiero creer yo
pero ya estoy acostumbrado).
Así es la libertad, hice un buen trabajo entonces,
ahora esperemos a no volver y si volvemos
que sean debajo de las cuerdas
de las risas compartidas
ya que hoy mi ira
no inundó las palabras
estando arrecho (en la brevedad, en lo ordinario) contigo...
Aunque siga siendo común.
domingo, 13 de marzo de 2016
¿Qué pasa?
¿Qué pasa si la honestidad ya está perdida?
¿Qué pasa si el futuro, no esta a nuestro alcance?
¿Qué pasa si al enfrentar todas nuestras luchas,
desfallecemos tontamente?
¿Qué pasa por tu cabeza, cuando piensas en
todo lo que no puedo ser?
¿Qué pasa si no estás soñando, lo que cuando niño
te mantenía vivo?
¿Qué pasa, qué paso, qué pasará?
¿Qué esta pasando contigo?
¿Qué está pasando conmigo?
Yo tengo mis preguntas,
¡Yo tengo más preguntas!
¿Qué pasa si ya no tengo nada que preguntar?
¿Qué pasa si estoy loco, por hablar contigo?
¿Qué pasa si soy yo loco, hablando conmigo?
¿Qué pasa si no dejo que pase, lo que tenga que pasar?
o
¿Qué pasa si ya pasó lo que tuvo que pasar, sin que
lo pudiera evitar?
¡Yo tengo más preguntas!
Pero es momento
de cerrar mis ojos,
de cerrar mi sentido común
y dejar que todo pase,
tal cual como tenga que pasar.
¿Qué pasa si el futuro, no esta a nuestro alcance?
¿Qué pasa si al enfrentar todas nuestras luchas,
desfallecemos tontamente?
¿Qué pasa por tu cabeza, cuando piensas en
todo lo que no puedo ser?
¿Qué pasa si no estás soñando, lo que cuando niño
te mantenía vivo?
¿Qué pasa, qué paso, qué pasará?
¿Qué esta pasando contigo?
¿Qué está pasando conmigo?
Yo tengo mis preguntas,
¡Yo tengo más preguntas!
¿Qué pasa si ya no tengo nada que preguntar?
¿Qué pasa si estoy loco, por hablar contigo?
¿Qué pasa si soy yo loco, hablando conmigo?
¿Qué pasa si no dejo que pase, lo que tenga que pasar?
o
¿Qué pasa si ya pasó lo que tuvo que pasar, sin que
lo pudiera evitar?
¡Yo tengo más preguntas!
Pero es momento
de cerrar mis ojos,
de cerrar mi sentido común
y dejar que todo pase,
tal cual como tenga que pasar.
sábado, 12 de marzo de 2016
No fui yo.
Sabes que fue repentino
y que fue abrupto,
que fue loco e insensato
y que quizá te preocupa la forma
en la cual llegue a ti
pero hay una realidad:
escribirte aligera el peso,
escribirte aligera mis miradas inquietas,
escribirte me llena de ansiedad
y el corazón se acelera por esta enfermedad.
No tengo la culpa
pero no puedo acercarme.
No tengo la disponibilidad
para mirarte frente a mi
aunque entiendas todo mal
pero puedes leerme y acabar todo con un "no".
Hay formas de antipatía,
hay formas de hastío
pero no fui yo el que empezó y
no fuiste tú, total así paso...
Siempre te preguntaras
"¿Por qué yo?"
Pero ni yo tengo esa respuesta.
Creo creerme inmune a tu presencia.
Creo creerme inmune a lo superfluo del sentimiento.
Creo creerme inmune a lo cliché del recorrido.
Creo creerme inmune al supuesto destino.
Ya estoy balbuceando los pensamientos
y estoy volviendo a lo mismo,
a las mismas tonterías,
a la misma charlatanería,
a el mismo miedo
(creyéndote capaz de aruñar y cargar toda
tu violencia contra mi),
a las mismas disculpas,
a las mismas miradas inquietas,
a las mismas palabras necias.
Voy a saltar el momento estando seguro
que soy un recuerdo.
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