Amanecer
y abrazar lo rayos del sol,
poder
oír el cantar de los pájaros
y
sentir lo vivo de empezar el día…
Enderezar
las piernas y frotar al final de ellas
aquellos
tobillos débiles
aquellos
que a pesar de los golpes, consiguen mantenerme en pie
aunque
mi caminar sea lento.
Mientras
recorro caminos,
mi
mente está entretenida husmeando tu mirada
a
ver si encuentro algo más en ella.
Sigo
descifrando si tus ojos son marrones, amarillos o avellanas
imaginando
una voz cualquier al ver tus palabras
creyendo
que son parte de un juego
creyendo
que son bromas
creyendo
que son desganos, aburrimiento y algo de deseo o picardía;
supongo
que yo sé jugar eso.
Mientras
pasan las horas la humedad se evapora
dejando
el sol a plenitud…
Yo
escondo mi rostro de los alrededores
por
pena y vergüenza,
aunque
no hay pena porque no estás cerca de aquí
estas
en la comodidad,
en
la aventura, la lucha y la dicha.
Y
quiero que sepas que yo aquí me alegro por ti.
Creo
que no tengo dignidad por buscar conversa
por
ser yo, el que empieza con torpeza
porque
ya viste mi humanidad perpleja
con
mi manos que buscan desesperadas su compañía
pero
las demás partes de mí razonan
soltando
un suspiro y un desgano…
continúo
y me reclamo
todo
lo que hice fue en vano
porque
no hice nada que estuviese claro,
dormí
en la terquedad
con
mi amiga necedad en la soledad.
Me
distraigo y momentáneamente olvido
piso
fuerte y por error caigo y me golpeo
pongo
mis manos frente al golpe
y
ellas todas se dañan en mi nombre.
Estando
en el suelo
el
aburrimiento es consuelo,
porque
la monotonía te arropa
no
te juzga pero no te apoya
y
mis palmas rotas me suben
para
continuar.
Lo
pensé bien, me encanta tú alegría y sensatez.
Llegando
a continuar
la
monótona realidad perturbada
de
un tercer mundo que cae lentamente…
Ya
no cabe una raya más en este tigre,
ya
pierdo la cuenta de las oportunidades perdidas
mi
piel está rayada, hasta las parte en donde no me da el sol
no
cabe una más
y
creo
que es así mientras
el
miedo te da cobijo, te alimenta y te protege.
No
estoy atento de mi boca,
mis
labios se agrietan, sangran y se ahogan
se
me ahoga el vocabulario porque verborreo,
hay
ilusiones que son encantadoras
hay
susurros que deben realizarse
hay
sudor que debe airearse
hay
rabia que debe calmarse
pero
no hay nada que haga
porque
en el imaginario
habita
todo,
todos
los sentimientos, que supuestamente nacen solos
todas
las aventuras, que llenan mis pulmones de alegría
todas
las pasiones, que derrotan la tristeza.
En
el imaginario
colecciono
miradas,
junto
sus historias y sus mundos,
imagino
más de la cuenta
y
consigo tener razón.
Logrando
terminar mi jornada
doy
las gracias y me sereno,
regreso
y me consuelo
haciendo
de añicos, palabras
porque
en mi imaginación
sigues
habitando.