martes, 11 de septiembre de 2018

En el imaginario.


Amanecer y abrazar lo rayos del sol,
poder oír el cantar de los pájaros
y sentir lo vivo de empezar el día…
Enderezar las piernas y frotar al final de ellas
aquellos tobillos débiles
aquellos que a pesar de los golpes, consiguen mantenerme en pie
aunque mi caminar sea lento.

Mientras recorro caminos,
mi mente está entretenida husmeando tu mirada
a ver si encuentro algo más en ella.
Sigo descifrando si tus ojos son marrones, amarillos o avellanas
imaginando una voz cualquier al ver tus palabras
creyendo que son parte de un juego
creyendo que son bromas
creyendo que son desganos, aburrimiento y algo de deseo o picardía;
supongo que yo sé jugar eso.

Mientras pasan las horas la humedad se evapora
dejando el sol a plenitud…
Yo escondo mi rostro de los alrededores
por pena y vergüenza,
aunque no hay pena porque no estás cerca de aquí
estas en la comodidad,
en la aventura, la lucha y la dicha.
Y quiero que sepas que yo aquí me alegro por ti.

Creo que no tengo dignidad por buscar conversa
por ser yo, el que empieza con torpeza
porque ya viste mi humanidad perpleja
con mi manos que buscan desesperadas su compañía
pero las demás partes de mí razonan
soltando un suspiro y un desgano…
continúo y me reclamo
todo lo que hice fue en vano
porque no hice nada que estuviese claro,
dormí en la terquedad
con mi amiga necedad en la soledad.
Me distraigo y momentáneamente olvido
piso fuerte y por error caigo y me golpeo
pongo mis manos frente al golpe
y ellas todas se dañan en mi nombre.

Estando en el suelo
el aburrimiento es consuelo,
porque la monotonía te arropa
no te juzga pero no te apoya
y mis palmas rotas me suben
para continuar.
Lo pensé bien, me encanta tú alegría y sensatez.

Llegando a continuar
la monótona realidad perturbada
de un tercer mundo que cae lentamente…
Ya no cabe una raya más en este tigre,
ya pierdo la cuenta de las oportunidades perdidas
mi piel está rayada, hasta las parte en donde no me da el sol
no cabe una más
y
creo que es así mientras
el miedo te da cobijo, te alimenta y te protege.

No estoy atento de mi boca,
mis labios se agrietan, sangran y se ahogan
se me ahoga el vocabulario porque verborreo,
hay ilusiones que son encantadoras
hay susurros que deben realizarse
hay sudor que debe airearse
hay rabia que debe calmarse
pero no hay nada que haga
porque en el imaginario
habita todo,
todos los sentimientos, que supuestamente nacen solos
todas las aventuras, que llenan mis pulmones de alegría
todas las pasiones, que derrotan la tristeza.

En el imaginario
colecciono miradas,
junto sus historias y sus mundos,
imagino más de la cuenta
y consigo tener razón.
Logrando terminar mi jornada
doy las gracias y me sereno,
regreso y me consuelo
haciendo de añicos, palabras
porque en mi imaginación
sigues habitando.