Solo se debe amar,
dejar de lado “lo cliché”
ser fuego y arder,
sentir y sentirnos
siempre olvidamos que
lo único seguro es la muerte
su certeza y su fuerza
se olvidan pero ella siempre espera atenta,
aunque
dejando para ultimo el
sentir,
nos determinamos en
una búsqueda eterna
y pasan los años
y las ganas se
debilitan,
se esfuman.
A veces somos
torrente,
a veces florecemos,
a veces reverdecemos
pero siempre
nos desvanecemos…
Somos frágiles y eso
está bien
aunque yo lo vea mal
porque así lo aprendí
y a grito desahogado
lo entendí.
Acumulamos mal
carácter
porque nos sentimos
derrotados
y no correspondidos,
nadando en
incertidumbres,
jugando y perdiendo,
luchando y perdiendo,
perdiendo y perdiendo,
complicándonos todo,
complicándonos nada
pero calmados
respiramos y encontramos solución.
Quizás el llanto sea
juzgado y mal intencionado
más que la sonrisa y
los abrazos, ¿no?
Nada está claro.
Ahorramos sentimientos
pero anhelamos
plenitud
con lo mundano de
sentir caricias
peil a piel
no sólo sexo, no sólo
lujuría.
¿Qué se dirá (aún más)
cuando
quieres de verdad?,
¿Es tan malo anhelar
amar?
¿Te mas?, ¿Qué es el
amor?
Ya hemos aprendido
algo de todo eso
en las películas ya se
mostró
y en los libros se
escribió,
creemos en sus recetas
y las cultivamos con fervor
melodías y canción,
transformando todo en
sueños de nubes y algodón.
Seguramente los
inconformes
estén acostumbrados a
celar,
que no sirve la
amistad
es necesario
controlar,
que es muy débil la
confianza
y que solo servimos
pa’ lo carnal… Ciertamente sí,
porque somos animales
deseosos de carne
pero algunos buscan y
no encuentran
muriendo en soledad.
Somos frágiles y hay
que saberlo,
que si del basto
universo llegan los comentas
añicos vendremos
siendo
pero hay que agradecer
de lo consientes que podemos ser.
Somos frágiles y
temerosos
unos más que otros
y aunque hay fortuna
en sentir
otros estamos
inhabilitados
por el miedo imperante
y esquivo,
pero así consigo
la inspiración en
todas partes.