Hay sonrisas que brotan solas su alegría,
por más que se esfuerce en ocultar sus momentos,
quizás porque aprendimos agachando los hombros
y
aceptamos sin reproche,
inclusive con alma rebelde e impulsiva,
cada injuria deletreada.
Cálidos son todos los días
y en cada nube cargada de lluvia
se reviven los recuerdos (esperando unos nuevos)
y en cada rostro viejo
se afianzan los caprichos del ahora
y en cada nerviosismo
y en cada falta de aire
y en cada sensación hueca en el estómago,
la incredulidad reina.
Ahora sí supongo entender,
entiendo de lejos,
puedo entender tu mal gusto
o
puedo entender tu lástima
y puedo entender el capricho
y su atracción por lo extraño
cuando te forjas una imagen errónea de lo que
quieres que haga contigo.
Otra raya más pa’l tigre.
Ahora después de tanto,
yo se de ti,
es tarde,
lo sé
no se me dan bien los tiempos
pero
se me da bien oír,
no se me da bien tomar de manos,
no se me da bien mirar a los ojos
aunque carcajadas salieron de ti por mí.
Sumando adversidades como granos de arena
la montaña nace necia, exuberante
imperio y reino…
Palabras serias, cortas, concisas;
personas con rostros sus miradas hacia mí
y
desahogos, desesperación, gritos, letargo,
victimas…
Todo eso enterrado sin acabar sus historias
allí.
Cada cual un granito aporta
y ya es parte de lo habitual
cada cual tiene historia y su buen final
cada cual sus mentiras disparó
y nunca las disculpas golpearon su dentadura
para poder salir;
la herida sangró y se pudrió
seca sola en el sol terminó.
De oportunidades perdidas
colecciono un juego de piezas
como Venecia y sus máscaras de porcelana…
Llené mi boca de porquería,
me arrepentí y vomité.
No pretendo justificarme
no pretendo que creas que no te creo
no pretendo entrar en ti si no quieres
y
así quieras no lo haré
yo sigo transitando los delirios oxidados del
ayer;
también te puedo hablar a ti y es que como tú
hay más,
no llegan a cien pero pasan de diez pero no hubo
deseos en su haber…
La pasión quiso saludar pero no la dejé
y
tomo todo esto entre mis manos,
como encerrando escarabajos (varios) entre
ellas,
picando y zumbando los bichos temerosos atacan para
poder salir.
Intenté,
intento,
intentaré vernos como iguales,
mejores y sinceros;
con el mundo tan diferente
con las calles llenas de ira y desgano
con las noches secas y la luna pálida bronceando
mi piel.
Pálido y arcaico
pero
desde antier
hay miradas que delatan
mi duda,
la rabia… Ahora si salen los escarabajos
enterrados en las montañas de arena,
no murieron nunca
(al igual que mis recuerdos)
mutaron, vuelan y brillan en color;
su finalidad es enigma
pero
mi incredulidad es digna.
En mis conversaciones conmigo mismo
me traicioné y no confié
ni arrepentimientos ni enseñanzas
conversaré de nuevo conmigo
y
pelearé con puñal,
después herido ya decido… Sumaré más rayas
(tigre)
y
con eso termina esta historia rosa
siempre con la culpabilidad de la tontería
imbécil
pero no tuya
¡No se escriba más!
Suelo reir, dormir y dejar escombros a un lado
con mis santos por allí, junto al viento;
soplaran fuerte algún día
y llevaran consigo toda
la arena (en miedos)
o
eso me quiero hacer creer.