Todo es tedioso y complicado cuando llega la hora de los quehaceres del hogar, a nadie nos gusta ayudar o hacer esta tarea, y como estamos en un país tercermundistas el adquirir una preciosa, costosa y útil necesidad del "Lavavajillas", es prácticamente imposible. Pues como eso será algo que yo tendría en un futuro. Me las ingenio para qué esa labor no me amargue, pues empiezo a pensar en múltiples cosas acompañado de música.
El primer paso que doy, es encender el equipo de sonido con la canción de Chichi Peralta - Amor Narcótico, cantada a pleno pulmón, como si me recordara de "Carla Arellano", enjabono los platos, los cubiertos y las ollas llenas de grasa. Lo segundo que hago es escuchar una segunda canción de Juan Luis Guerra - Burbujas de Amor, esta en particular si no me recuerda a nadie, bueno, ya después del enjabonado, abro el grifo pues para proceder a lavar. Eso sí ahorrando el agua como debemos de hacer, ya lo último sería secar los platos siendo el tercer y ultimo paso, pero se acaba la canción, la cambio por una nueva y esta ves es Sin Banderas - Tócame.
Esta ultima canción me inspira lo suficiente, ya terminando de ordenar todo, cuando viene la nota mas alta de la canción, ¡Zaz! se cae un plato partiéndose al instante. No pasa nada, nadie se dio cuenta por el alto volumen de la música, no dejo escuchar el plato cayéndose. Lo recojo y sigue sin pasar nada aun, no todo es perfecto y lo torpe aveces pasa, por eso vuelvo a repetir la canción, solo por fastidiar a los que están a mi alrededor. El hambre me ataca en esos momento de inspiración "amorosa extrema", nada que una merengada de mora y papas fritas no puedan solucionar.
Ya en otro lugar de mi casa disfruto del festín que prepare, dos horas antes de las doce de la noche, bajo y vuelvo a dejar otros platos y peroles sucios. Mi primera impresión al recordar fue, ¡Qué ladilla, que se encargue otro! Mi definición sería: El Arte de Lavar Los Platos, es un fastidio necesario si tenemos higiene, un arte que todo el mundo tiene, no es difícil y mientras no se tenga un lavavajillas a la mano, toca hacerlo... sólo que yo lo acompaño con buena música.
Dabo Bautista Osorio