A cuenta gotas
veo el pasado
a cuenta gotas
doy las respuestas que tanto rebotan en mi mente
porque es la única manera de reprocharme
de asimilar el tiempo perdido
y ver las decepciones
como un soplo natural del
aire helado pero acogedor de
mi soledad.
Somos nuestro mejor enemigo
pero eso no es secreto…
Me hubiese gustado tener
toda la fuerza que en ti veo,
me hubiese gustado
no perder tiempo en fantasía
que ni siquiera hacían olvidar la realidad,
muy al contrario
la reafirmaban y chocaban duro
con toda la verdad
de un deteriorado territorio
y yo haciéndome el tonto
creía ignorar
pero esa era otra mentira.
El párrafo de arriba no tiene
mucho sentido
pues me he vuelto redundante
para desahogar mis vergüenzas
el espíritu se deja llevar
y niega los infortunios
del tiempo perdido
y su significado
y niega lo inservible de un
optimismo ilusionado
dentro de cuentos y fábulas
esperando y esperando,
respirando y respirando.
Del caos al gozo
es el camino ahora en la modernidad
donde lo primordial torna en efímero
donde todo se disminuye
en el egoísmo
y donde los abrazos
ahora son el símbolo de la hipocresía.
Hay todo tipo de tormentas
adentro de cada uno
y junto mis dedos en la sien
para saber que la mía es u
solo una falacia exagerada
pero es lo que me toca…
Puede que sea el karma
de vidas pasadas
porque me cuestiono
si realmente soy buena gente,
no sé, hay muchos juicios en mi contra
cuando miro mi reflejo en cualquier espejo;
estás conversaciones conmigo mismo
se tornan aburridas,
tanto que las ideas no florecen,
mueren mucho antes.
Volvamos a hablar
del tiempo y del sentido
lo lineal y el equilibrio
lo que se pierde de el al esperar
y
lo constante de el mismo en soledad.
Yo ya cometí el mismo error
de dejarlo pasar
perdí incluso cuando había ganado algo de tiempo
y no sirve,
no se puede guardar ni estancar el tiempo
para usarlo luego teniendo todo equilibrado
para poder jugar su juego.
Va a pasar sin detenerse
con su fuerza natura
y yo con mis preguntas
la ingenuidad distante y deteriorada
sin remedios de viejos…
Viejos ya están mis ojos pequeños.
La habilidad de mis palabras
jamás tuvieron la fuerza
pero al finalizar la adolescencia
justo antes,
fantaseaba ansioso sobre el futuro
y de la fuerza
que en ese entonces soñé tener
y ahora
en el pecho viva su fuego y sofoco,
sofocan y redundo aquí,
mis ganas que quietas electrifican el corazón.
Por completo supere todo de tiempo atrás,
lo único que queda es el pasar de ahora
yo ya viejo
no puedo vencer la soledad
y es que no le gano al tiempo,
ni mucho menos mi aliado fue o es;
con días libres sigo sin entender nada,
pesan más las oportunidades perdidas
y
para ser honesto ya es muy tarde,
no es agradable pero es lo que hay y habrá…
El tiempo y sus ganas de cobrarse
el miedo y la cobardía
en la bajadita perdí.