domingo, 2 de julio de 2023

Cansado.

De cuál fracaso me estoy salvando
de cuál sentir me estoy privando,
no tengo certeza de nada;
recuerdo cada detalle
y miro el reloj y en sus horas
me distraigo para cerrar los ojos y de nuevo dormir…
Allí es donde aparecer, ¿a dónde irás ahora?
 
No estoy cómodo con mis gestos
pero ya no desteto mi sonrisa,
no estoy contento con cada velludo centímetro de mi torso
y menos si me desnudo frente a ti,
lo puedo intentar, pero no nos vamos a gustar…
Increíble es el arropo de mi inseguridad
sin pretender inundarte en llanto,
ni en sudor, ni mucho canto.
 
Desde mi inferioridad
y
desde mi cautela
escondo mi esperanza,
desde la niebla
desde lo borroso
desde la vergüenza,
pues no lo sabía
pero encuentro conformidad
dentro del recuerdo solitario
ya lo he dicho
ya aburro en repetirlo
pero me cansé.
 
Cansado de suponer que puedo
entrar en tus quereres,
cansado de percibir miradas sobre mí,
no quiero llamar la atención y me canso,
cansado de conversar y que salga la pregunta
de quién me gusta ahora con gusto de algarrobo,
casando de los pares y de su afán de ver a todos igual,
casando de mi bigote
que arruina mis labios torcidos,
cansado de mis brazos bien escuálidos
con su poca fuerza,
cansado de otros cuerpos que ni siquiera he tocado
y que ni puedo tocar,
cansado del placer que nunca te voy a dar
pero ríes hasta a la rabia llegar,
cansado muchas veces de mi
y de cómo no sonrío para impresionarte.
 
Peleo,
peleo y gano,
soy mi prisionero,
soy mi libertad
y mi consuelo,
yo me quejo y con palabras quemo cada desconsuelo,
soy emperador y soy soldado;
cuento poco y en silencio pienso,
desde allí siempre hago ruido intenso…
Merezco tu silencio
y no soy digno de tus secretos
pero me cansé
y no te haré esperar con estas palabras,
divago.
 
Divagando a lo mejor
me pierdo de lo grandioso
pero no me cansan las fantasías
inclusive sabiendo que nunca llagaré a ellas,
siendo esta mi última queja.