viernes, 21 de julio de 2023

También aprendí que soy indiferente.

Se cae la noche muy despacito
dentro de cualquier mirada,
se levanta el amanecer muy inquietante y ruidoso
dentro de cualquier oído,
y
aquí estoy mojando mis zapatos
en un charco,
quiero chapotear,
me aburro…
Estoy esperando que pase lo que tenga que pasar
porque siempre estoy llegando tarde
porque es mi habilidad para estar de frente
al frente.
 
Soy terco que sostengo ilusiones profundas,
estoy solo y algunos meses desolados,
pero
ya las aves de ahí volaron,
soy tan terco que aún tengo esperanzas
en que mis cabellos repoblen mi cabeza,
soy tan terco que mi fe me hará
llegar a ti para ver las mismas nubes
que son el techo de tus días,
son tan pero tan, tan terco que le creo a mi ingenuidad,
así me tropiece con la misma piedra.
 
Me queda refugiarme en los sueños,
allí las luciérnagas hacen juegos para
distraerme y no hacerme llorar,
allí corro muy rápido sin huir de la nada,
lo único que tengo para defenderme es mi débil voz,
allí abrazo a mi perro como cuando lo tenía conmigo,
allí bailo perfecto y hablo muy bien el inglés,
allí si sé sudar, besar y estremecer,
allí si sé aplaudir sin las manos
como dos figuras bañadas en lujuria,
aunque sea mentira al despertar,
allí si viajo a otros lados sin costos ni reparos…
Allí estoy en calma.